Durante el verano un equipo de docentes de Program.AR dictó un taller de programación para chicos en edad escolar en la villa 20 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Si bien la actividad se centró en enseñarles a utilizar la herramienta Alice -que les permite crear sus propios videojuegos y animaciones-, también se los invitó a realizar actividades de programación sin computadora.
Un ejemplo de estas actividades es el que puede verse en este video:
Acá vemos un grupo de chicos que se ordenan de mayor a menor altura utilizando un algoritmo, es decir, un método sistemático independiente del conjunto de chicos a organizar (más aún, podrían no ser chicos a ordenar sino cartas o las filas de una planilla de cálculo y el mismo algoritmo funcionaría). En el círculo central los chicos se pueden comparar y se intercambian en caso de que el menor esté a la izquierda (de la pantalla) del mayor.
A través de comparaciones e intercambios, este método de ordenamiento encuentra al más alto y lo ubica en la primera posición, luego ubica en la segunda al siguiente más alto y así sucesivamente. Cada vez que un chico se ubica en su posición definitiva, cambia su carita a sonriente (verde). La tarea se encuentra cumplida cuando todas son sonrisas.
¿Por qué en la escuela vemos algoritmos para sumar y multiplicar y no, por ejemplo, distintos métodos para ordenar, cuando ésta es una tarea tan común?
Este tipo de operaciones favorecen su capacidad de abstracción y éste es solo uno de los motivos por los cuales desde la iniciativa Program.AR consideramos importante incorporar las ciencias de la computación a la escuela y acercar a los chicos a este tipo de conocimientos desde edades tempranas.
Que los chicos incorporen nociones de programación no solo es importante, sino que también puede resultarles muy divertido.